taludes

A la hora de realizar un proyecto en el que intervienen desmontes o terraplenes a realizar, el diseño del talud debe se objeto de un análisis específico.

Recordemos que un desmonte es la excavación que se realiza para rebajar la rasante de un terreno y un terraplén es el aporte de terreno a realizar para aumentar la cota inicial. Todo ello para conseguir el nivel adecuado para hacer la obra, según la orografía del terreno.

¿Qué se estudia en el diseño de los taludes?

En el diseño de taludes se estudia su estabilidad, tanto a corto como a largo plazo. Dicha estabilidad ha de contemplarse desde varios puntos de vista como son posibles roturas en las que se vea involucrado todo el talud, posibles roturas profundas a través del talud, posibles deslizamientos superficiales, etc.

Los movimientos que tienen o pueden tener lugar en los taludes se corresponden con procesos puramente gravitatorios en los que intervienen, por un lado, las fuerzas resistentes del terreno, y por otro, las fuerzas desestabilizadoras. Como consecuencia del esquema de fuerzas que se dé en una determinada situación, puede ocurrir que se produzca el deslizamiento de una cierta masa del terreno que constituye el talud. Los taludes,  a modo de resumen, serán estables dependiendo de la resistencia del material del que estén compuestos, los empujes a los que son sometidos o las discontinuidades que presenten.

Cómo conseguir estabilidad en los taludes

Para conseguir la estabilidad de éstos, se proyectan según una pendiente definida fijada por  normativa según la obra a ejecutar, además se estudia su protección frente a la erosión mediante plantaciones, hidrosiembra…entre otras actuaciones.

Esta es una manera sencilla y natural de conseguir esta estabilidad. Las raíces de las plantas actúan como fijadoras del terreno, además de ayudar a la no generación de cárcavas por aguas de escorrentía ya que la propia planta actúa como escudo protector para que dichas aguas no formen los surcos que pudieran desestabilizarlo.

Así en los bordes de carreteras, vías de tren y otro tipo de obras públicas es común ver plantaciones o simplemente vegetación espontánea que realiza esta acción. Hay ocasiones en que esta solución no es posible, bien por el terreno que no permite un crecimiento de la vegetación, es demasiado rocoso para ello, bien porque la pendiente es pronunciada y no es posible rebajarla…etc, por ello se instalan muros de hormigón, escolleras, mallas de acero,…etc.

En el caso de las plantaciones hay que planificar adecuadamente esta unidad de obra, ya que esta actuación debe hacerse en la época del año en el que se tenga éxito en el crecimiento de las plantas, hay que procurar que la semillas no sean alimento de las aves que se encuentran por la zona (no es inusual encontrar sistemas para ahuyentar estas aves que dejarían despoblado el talud), hay que elegir bien qué tipo de plantación es la adecuada…etc. En estos días en los que salimos de viaje fíjense en los taludes, en su vegetación y sus múltiples variantes, realizan una acción muy beneficiosa, además del impacto visual agradable que producen.