Reducción del impacto medioambiental de la contaminación

El desarrollo de cualquier obra posee muchos aspectos a tener en cuenta y uno de ellos es prevenir la generación de residuos. El objetivo principal es el de no afectar al medioambiente, solidarizarse con este compromiso y aportar aquello que podamos cada uno, tanto en nuestras actividades personales como profesionales, para minimizar esta producción de sobrantes.

Para evitar que en la ejecución de las obras se produzcan elevados volúmenes de residuos, debemos implantar sistemas y procedimientos adecuados que garanticen la correcta manipulación de las materias primas y los productos para que estos no se conviertan en residuos. En este sentido, reviste una gran importancia el análisis frecuente de los diferentes sobrantes que se generan para poder determinar con precisión sus características, conocer las posibilidades de reciclaje o recuperación, y definir los procedimientos de gestión idóneos. La buena gestión se reflejará por: la implantación de un registro de los residuos generados y la habilitación de una zona o zonas de almacenamiento limpia y ordenadas, con los sistemas precisos de recogida de derrames, todos ello según establece la legislación en materia de residuos.

Minimización del impacto medioambiental

La segregación en origen es la práctica de minimización más simple y económica,  ya que puede emplearse con la mayor parte de los residuos generados y normalmente requiere cambios mínimos en los procesos.

En la recepción y manipulación de materiales en la obra se tomarán acciones y medidas que tratarán de influir en la protección del medio ambiente, como por ejemplo: Revisar el estado del material cuando este llegue a la obra (esto evitará problemas de devoluciones y pérdidas por roturas de envases o derrames, materias fuera de especificación, etc), mantener las zonas de transporte limpias, iluminadas y sin obstáculos para evitar derrames accidentales… etc.

Deposito de residuos en contenedores habilitados

El depósito temporal de estos residuos se podrá efectuar de las formas siguientes: En contenedores específicos, ubicados de acuerdo con las ordenanzas municipales, o en acopios en la zona de obras, en lugares debidamente señalizados y segregados del resto de los residuos. Los contenedores, si fueran  metálicos, deberán estar pintados en colores que destaquen su visibilidad, especialmente durante la noche.

Durante la puesta en obra se impedirán las malas prácticas que, de forma indirecta, originan residuos imprevistos y derroche de materiales. Se incrementará el número de veces que algunos medios auxiliares se ponen en obra, siempre de un modo prudente, como encofrados y moldes, ya que tienen una determinada vida útil y finalizan siendo residuos. En la fase de ejecución de la obra se realizarán reuniones informativas con el personal de obra con el fin de fomentar la reducción de los recursos utilizados y los volúmenes de residuos originados.

Mucho se puede hacer en este sentido, y la colaboración de todos garantizará el éxito de la minimización de los residuos, ya que sabemos que es difícil su eliminación completa en este tipo de actividades.